Estoy harto de hablar con políticos de buena voluntad, de un color u otro, que
vienen a ofrecer "sus soluciones" para la empresa, y en especial, para el
emprendedor y el joven empresario.
Y digo estoy harto, porque a pesar de
sus buenas intenciones, creo que se equivocan siempre en el proceso. Bajo mi
humilde opinión, primero se debe preguntar a los afectados por "el problema" al
que le quieres dar solución, y después valorar si se pueden aportar las
soluciones que el sector demanda... ¿Parece lógico, no? Pues en la mayoría de casos no lo hacen. Y si
lo hacen, es internamente en sus propios partidos, y eso no vale, pregunten y
escuchen primero fuera y después busquen la mejor solución en su estructura o
bajo sus ideales de partido
Y digo estoy harto, porque a pesar del esfuerzo que le
ponen muchos técnicos y funcionarios, no pueden conocer al detalle la realidad
empresarial actual si no lo viven desde la figura del emprendedor o del
empresario, y menos ser conscientes del riesgo que asumen, tanto económica como
personalmente.
Y digo estoy harto, porque a pesar de las buenas palabras,
a veces nos quedamos con la sensación de no ser oídos, de que solo quieren la
foto con los "jóvenes emprendedores" que tan en boca tienen ahora como motor de
futuro de la región y el país
Y finalmente digo estoy harto porque, a
pesar de presentarnos alguna buena idea y propuestas con sentido, todas son
incompletas, les falta algo, y en la mayoría de los casos es la visión
empresarial, es el conocimiento de los problemas reales, es bajarse a la tierra
y ensuciarse las manos con el barro que removemos e intentamos moldear día a día
los empresarios, los directivos y los trabajadores de la empresa privada para
producir riqueza y empleo en el pais.

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