lunes, 2 de diciembre de 2013

FUNCIONARIOS DISFRAZADOS DE EMPRESARIOS

(A riesgo de contraer alguna enemistad relativamente cercana, y en aras del bien general, me siento obligado a escribir estas lineas)

Algunos "supuestos" empresarios se dedican a enseñarnos a otros como debemos innovar, internacionalizar o aplicar nuevos modelos de trabajo y desarrollo en nuestros proyectos para generar riqueza y empleo en nuestra región o país. Lo curioso es que muchos de estos "supuestos" empresarios no han trabajado en su vida para otros clientes que no sean nuestras propias Administraciones Publicas, con todo lo que esto implica. Vivir del dinero publico, aun siendo empresario, me parece totalmente lícito y respetable, pero adjudicar contrataciones publicas de esta tipología a estos "supuestos" empresarios para ser los mentores de otros, enseñando algo que no han puesto en practica ni tienen intención de hacer nunca, no creo que sea la opción mas lógica.

Este tipo de actitudes, tanto del ámbito publico como del empresarial, explican en parte tres de los grandes problemas de este país: 

1) La cultura de vivir de lo publico de algunos emprendedores, a los que me gustar llamar Empresarios "Energia", porque no generan riqueza para su región, solo la transforman.

2) El amiguismo y la endogamia existente en algunos gestores públicos, que prefieren amistad y confianza a talento y eficacia.

3) La falta de reconocimiento social del éxito de aquellos empresarios que realmente traen la riqueza, la inversión y la generación empleo a sus regiones, y este es un problema ciudadano, no solo empresarial o publico.

La cultura del "todo gratis" se eleva por encima de todo esto, generando una conciencia de perdida de valor de las cosas en nuestra sociedad. Hemos vivido unos años donde "Mamá Administración" se encargaba de pagar con el dinero de todos, echando mano en muchas ocasiones del amiguismo o la endogamia, determinadas formaciones, eventos, congresos, charlas, conciertos, exposiciones... que solo van dirigidos a un numero limitado de personas o entidades, y esto además de no ser justo, ha provocado pensamientos del tipo "si antes era gratis ¿por qué ahora no?"... Yo en estos casos me agarro a la sabia frase de nuestros mayores: "Si no lo pagas, no lo valoras"

Volviendo al inicio, a estos "supuestos" emprendedores de los que hablaba, que en muchos casos han elevado al máximo nivel la cultura de lo publico, el amiguismo y la endogamia, son los que yo llamo "Funcionarios disfrazados de empresarios"... Que aun siendo totalmente respetables, incluso en ocasiones admirables en el desarrollo de su labor, no deberían ser ejemplos ni mentores para aquellos otros que son el verdadero motor de desarrollo, creación de empleo y riqueza para una región

Por eso, desde estas líneas, quiero reivindicar el valor de la experiencia, del talento, de la eficacia o de la trayectoria, quiero reivindicar la cultura de la inversión pública siempre que sea para lo que nos incumbe a todos, quiero reivindicar el reconocimiento de aquellas personas que con su esfuerzo han sabido generar y atraer riqueza real a sus regiones... y todo frente a los valores del amiguismo, la cercanía, la endogamia, la envidia, el "todo gratis" o la rutina, que tanto daño nos han hecho y que siguen haciéndolo.

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